Buenos Aires es una ciudad inmensa, bella, sumamente atractiva pero no se le valla ocurrir ir sin tener reservaciones en un hotel. Esa fue la causa por la cual tuvimos que cancelar nuestro segundo intento de ir a esta ciudad. A finales del año 2000, antes de la crisis econónica que surgió en la Argentina, nuestra agente de viajes nos tenía el vuelo y los tours pero le fue imposible conseguirnos una habitación. Sencillamante todos los hoteles estaban llenos. Aquello fue con tres semanans de anticipación y como ya era muy cerca a fin de año, decidimos ir a otro lugar ya que no quedaba tiempo para posponer o cambiar la fecha del viaje.

El viaje en que al fin logramos llegar hasta Buenos Aires, en este año del 2003, también lo preparamos con tres semanas de anticipación. Los hoteles otra vez estaban llenos pero tuvimos la suerte que aun quedaban algunas habitaciones en los hoteles de cinco estrellas; los de cuatro y tres estrellas todos estaban otra vez repletos. Como a nosotros lo que nos interesa es que sean decentes y estén limpios, claro una ducha caliente siempre ayuda, cualquier categoría nos viene bien. Un poco más caro pero ya podemos decir que hemos estado en Buenos Aires.

Haga sus reservaciones con tiempo, no sea un desastre como nosotros; aunque también llegamos. En los tours que fuimos tuvimos la oportunidad de hablar con otros visitantes que eran turistas, porque esa gente no eran caminantes. Tenían reservaciones de más de un mes y todo demasiado previsto. Haga las reservaciones de los hoteles pero no ahogue al camino, déjelo que sea él quien le lleve. No se preocupe o busque la aventura. Cuando es el camino quien lleva la batuta, ellas solitas suceden.

Pero bueno, estos otros visitantes, se estaban quedando en los otros hoteles, los de tres y cuatro estrellas, y todos estaban extremadamente complacidos en sus hoteles. Una buena noticia, según nos dijeron las guías en Buenos Aires, es que se están construyendo varios hoteles más. En el barrio de Belgrano vimos otros hoteles que lucían muy atractivos, por si se desea quedar un poco afuera del centro. ¿Y cómo nos fue en nuestro hotel de cinco estrellas? Como siempre, encantados de la vida.